Espeluznante

  

Para la segunda entrada del blog vamos a seguir con otra vía al Tajo de la Virgen en la escuela de Los Vados, ahora le toca a la vía larga más repetida de la zona, la Espeluznante.

Salimos Cristian, Wolfy y un servidor extremadamente temprano, aún me pregunto por qué, y aparcamos en el parking de La Canal a eso de las 9 de la mañana. Para bajar al río desde aquí lo mejor es caminar unos 100 metros hacia Motril y allí hay unos bloques que hacen las veces de escalera para llegar a la rambla. A nosotros nos tocó un día de viento que menos mal que amainó un poco al juntarnos a la pared porque si no hubiésemos salido volando. Cruzamos el río, dolor extremo de pies al primer contacto con el agua, forro fuera y a envolverlos unos minutitos hasta que vuelve la sensibilidad.
Para aproximar hay que ir siguiendo unas marcas azules pintadas en las piedras hasta dar con un árbol bastante evidente donde está marcado el pie de vía.


Empieza abriendo el señor Lobo, un pegue, no sale... vaya y es el largo fácil, me ato, tiro, no sale...... ¿V+? pues será que no lo estamos viendo pero joder... total al rato de dudar pillo el canto bueno y seguimos para arriba... para gustos hay colores y para grados largos, pero para mí este es el más chungo de toda la vía.

Segundo largo, disfrutón, ok la cosa se pone más amable. Tercer largo más de lo mismo, lajas pequeñas y muy netas, se sube bien y gozándolo.
El único problema es que vamos en doble con las cuerdas de deportiva (pardillos somos) y no hay dios que haga pasar eso por el reverso, la broma me costará una ampolla en la mano que se infecta tres veces y me sigue durante las próximas semanas.

La carita de Iñaki recogiendo con el reverso y las dos cuerdas de diez la podemos ver aquí :)





















Y aquí está el pasín de la vía. A la salida de la R3 un diedro desplomado que nos echa cojones. El caso, pasito a pasito, se va subiendo, resbalón de pie en la segunda chapa, huevos de corbata, no hay vuelo, estamos fuera... ¡lo mejor de la vía! un poquito más y está hecho el largo.

En la última reunión empieza a soplar fuerte otra vez, toma el Wolfy la iniciativa y con ella un juego de fisureros, (sabíamos que para salir a cima no estaba equipado así que si no queréis rapelar prever unos pocos de estos) 15 metros de trepadero y ¡¡chachán!!! en la cima da el sol como si fuese el Caribe! que gustazo, la sonrisa no se nos va de la cara, un pitillo de celebración (que se suma a la media docena que nos hemos fumao en las reuniones) y para abajo.
Para bajar hay que seguir primero uns mojones hasta el hombro izquierdo y luego unas marcas amarillas que hay en las rocas, ¡¡mucho cuidado con intentar bajar por el primer collado que no tiene salida!!! al ratito estamos a pie de vía otra vez recogiendo las mochilas y pa casa. Mi primera vez abriendo el tapia, qué gozada!

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